En la mayoría de las profesiones, tipos de trabajo o servicios (en Rosario, Argentina y el mundo), acceder a un resultado de primera línea, en un plazo corto e invirtiendo una suma mínima de dinero, es prácticamente imposible.
Bueno, seamos directos: es 100% imposible.
Obviamente, el universo de la traducción no es la excepción.
Traducir a nivel profesional implica muchos niveles. De modo sintético, podemos señalar que se requiere de un traductor, un revisor y un editor.
Veamos todas las posibilidades que pueden presentarse, según lo que se busque y sus preferencias.
Prioridad:
1- Tiempo
¿Su prioridad es el tiempo? Lo necesita ya! Ok, entonces el gerente de proyecto de su agencia de traducción tendrá varias opciones que dependerán del tipo de proyecto.
– Gran cantidad de archivos a traducir para uso externo, comercial, oficial, etc.
Usted tiene poco tiempo y el documento a entregar obviamente debe estar impecable. Con respecto a la traducción, el desafío será que el “traspaso” de un idioma al otro pase desapercibido (como si hubiese sido escrito en el mismo idioma). A nivel diseño es similar: debe quedar idéntico al original.
El gerente de proyecto asignará el proyecto a varios traductores para esta tarea. Después, el texto será revisado/editado por otro lingüista.
Después de la traducción y edición, el lingüista enviará los textos traducidos al equipo de maquetación (diseño), que se encargará de que el formato del archivo final luzca igual al original (esta etapa se llama DTP o maquetación en la industria de la traducción).
– Gran cantidad de archivos a traducir para uso interno, parte de un proceso de archivado, etc.
El gerente de proyecto determinará con más precisión el contenido y el uso final. En algunos casos, el cliente solamente quiere comprender o saber de qué se trata el archivo, entonces el contenido no es tan importante.
Por lo tanto, para acelerar el proceso, su agencia de traducción puede recomendar el recurso de la traducción automática.
Tomemos el caso de una empresa argentina que fue adquirida por una compañía japonesa.
En el sistema de la sede central, situada en Tokio, hay miles de archivos depositados. La empresa local tiene acceso a todos, pero necesita determinar cuáles son los que precisa traducir para sus empleados o colaboradores de esta parte del mundo.
Rápidamente, los dirigentes argentinos tienen que optar por 50 piezas para traducir. ¿Cómo eligen los más importantes o fundamentales? Ninguno de ellos habla japonés.
La solución es pasar los archivos por una herramienta de traducción automática, para así encontrar los documentos más relevantes. Esta opción otorga un resultado veloz a un problema concreto. Después podrán enviar a traducir los archivos elegidos durante la primera etapa de selección.
2- Calidad
¿Necesita traducir un documento complejo o de carácter científico? ¿Teme que una traducción desafortunada pueda poner en riesgo una posible oportunidad de negocio?
Su agencia de traducción va elegir a los profesionales más especializados en la temática de su industria y armará un equipo que trabajará codo a codo para poder entregarle el proyecto.
Dos perfiles fundamentales son el traductor principal y el editor. A ese grupo se agregará un experto en la materia o rubro.
Por ejemplo, para la traducción de la patente de una fórmula de un nuevo solvente puede sumarse un ingeniero químico al equipo de lingüistas. Gracias a sus conocimientos en el rubro, el ingeniero podrá examinar y dar una última revisión al texto traducido y editado, para asegurarse que la terminología utilizada sea la adecuada.
3- Precio
¿Su prioridad es tener un precio más ajustado? Siga atentamente estos tips:
1- Asegurarse de que el archivo a traducir es el final (enviar revisiones una vez comenzada la traducción suma cargos adicionales, además de retrasar el proceso).
2- No trabajar en el apuro. A los pedidos de traducciones con tiempos muy ajustados (al estilo de ¡lo necesito para hoy!) se le agregará una tarifa extra debido a la urgencia.
3- Preparar los documentos que serán traducidos (indicar a su traductor si algunos elementos no precisan ser pasados de un idioma a otro). Revisar la pieza a traducir para ver si puede reducirse la cantidad de palabras. Si necesita repetir una frase o slogan a lo largo del archivo, cerciorarse que siempre esté redactada de forma idéntica. Así, no necesitará una traducción nueva de la frase cada vez que aparece, y esto se reflejará en la última factura (descuentos por repeticiones).
4- Pensar previamente en los idiomas que se necesitan y las zonas geográficas puntuales (inglés de EEUU o del Reino Unido, francés de Canadá o de Francia, etcétera).
5- Enviar los archivos en su formato original (implica un ahorro en la cotización de maquetación).
6- Entregar al traductor todos los proyectos al mismo tiempo. Como lo explicamos en otra oportunidad, las memorias de traducción permitirán ajustar los presupuestos.
7- Elegir el proveedor lingüístico adecuado y, si se está conforme con los resultados, seguir contratando los servicios. Si el traductor está familiarizado con un proyecto, su terminología y sus atributos, el trabajo será cada vez más eficiente y rendidor.
Entonces, ¿cuál es su prioridad?
¿Necesita traducir velozmente un texto o documento para enviárselo a un colega o cliente exigente?
¿Precisa que el resultado final sea revisado por un experto (ingeniero, médico, abogado, etcétera)?
¿Requiere un presupuesto ajustado para el proyecto?
Hay más variables, por supuesto. Sin embargo, su agencia de traducción siempre encontrará la mejor forma de responder y de llegar a una solución de calidad.
Pero recuerde que la cooperación del cliente también es importante.
¡Vamos! Explique a su proveedor lingüístico qué servicio prefiere y cuál es su prioridad.