Tres alarmas que indican que es tiempo de cambiar de proveedor de traducción

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Todas las mañanas sucede lo mismo. El despertador suena a las 7 y, sin pensarlo, aprieto el botón “snooze” para dormitar un poco más. Al rato, la alarma vuelve a chillar. Snooze de nuevo.

Esta batalla con el reloj se repite durante largo rato. Hasta que suena una última vez y me doy cuenta de que es ahora o nunca. Ya no puedo ignorarla. Debo levantarme si no quiero llegar tarde a mi trabajo.

Seguro le acontece algo idéntico, ¿no es cierto?

En fin, esta escena se replica incluso cuando estamos despiertos, es decir, en numerosos aspectos de la vida. Todo el tiempo, suenan alarmas simbólicas o surgen carteles imaginarios de advertencia en determinadas situaciones.

Al principio, las descartamos o rechazamos. Pero si persisten o (peor aún) se multiplican, entonces es tiempo de actuar. Son problemas, detalles que nos molestan, cosas que no están funcionando adecuadamente.

En lo laboral esto sucede casi a diario. El mundo ideal donde todo funciona a la perfección, donde nada tiene que ser ajustado, no existe.

Por supuesto, aquí nos concentraremos en nuestra área, la traducción.

¿Hace rato que trabaja con un proveedor de traducción? ¿Es un traductor solo, un grupo de traductores y editores o una agencia? ¿Ha habido algún problema en este tiempo? ¿Ha surgido un tirón en la comunicación? ¿Hay señales de que ando algo mal? ¿Quizás es tiempo de cambiar de proveedor de traducción?

Veamos 3 alarmas que indican que es tiempo de replantear la relación:

1- Mala comunicación
2- Plazos no respetados
3- Trabajos no entregados correctamente

Analicemos cada una. ¿Existe algún remedio para ellas? ¿Vale la pena seguir insistiendo?

 

1- Mala comunicación

 

¿Su traductor es imposible de localizar a través de Skype? ¿Tarda en responder emails y llamadas? ¿Ya no sabe a quién recurrir?

Como cliente, usted quiere ver el trabajo terminado, cuanto antes. Y estar del otro lado, sin saber qué se está haciendo o cómo se está trabajando, puede ser exasperante.

Para el proveedor, la historia puede ser diferente. Según su forma de ver las cosas, quizás piensa que está respondiendo correctamente y a tiempo. Bueno, la percepción del tiempo no es igual para todos.

Pida una reunión con su traductor o el gerente general (si trabaja con una agencia) y plantee sus dudas acerca del modo en que ambas partes se están comunicando.

No desatienda las señales. Si tratar de organizar esta reunión también se convierte en algo complejo, bueno, la alarma ha llegado a un punto crítico.

 

2- Plazos no respetados

 

¿Su proveedor pide constantemente que se extiendan los plazos de entrega? Algo no está funcionando bien.

Esos plazos fueron definidos por usted en relación a una planificación determinada, ¿no es así?

Es cierto, pueden surgir situaciones extraordinarias que impliquen demoras en los tiempos. Pero si esto se convierte en ordinario, deténgalo cuanto antes.

Precaución: si esta alarma continúa sonando, la relación laboral puede tornarse insostenible.

 

3- Trabajos no entregados correctamente

 

¿Le enviaron su proyecto pero usted se dio cuenta que la entrega no está correcta?

Las fallas pueden ser varias:

– Faltan páginas o archivos
– La maquetación no está desarrollada (y había sido presupuestada)
– Hay errores de traducción que un colega bilingüe encontró
– Le falta la memoria de traducción que había pedido

¿Cómo proceder? Por supuesto, debe pedir lo antes posible la entrega que corresponde y notificar a su proveedor de su no conformidad.

También, puede exigir:

– Explicaciones acerca del proceso de traducción abordado y su desarrollo.
– Instancias extra de control (por ejemplo, que previamente a la entrega, el gerente de proyecto utilice una checklist para controlar que cada paso se haya efectuado de la forma correcta).

 

No descuide las advertencias

 

En realidad, se trata de problemas que pueden surgir en cualquier tipo de interacción entre personas y en trabajos con cierto nivel de dinamismo.

El problema es cuando las correcciones que solicitamos parecen no tener efecto y las alarmas no dejan de sonar.

Dialogar con su proveedor lingüístico y encontrar un punto de equilibrio entre lo que usted pretende y lo que pueden brindarle, es el aspecto más importante.

Pero si ambas partes no llegan a un acuerdo, o a usted no le satisface el servicio, bueno, tal vez sea tiempo de buscar la puerta de salida y cambiar de proveedor de traducción.

Recuerde: no vuelva a optar por la opción “snooze” y actúe.

 

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